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Video para el blog de Vila Viniteca (castellano)

Hemos visitado decenas de bodegas de todo el mundo, y en cada una hemos hecho cata de vinos. De ahí
surgen estas propuestas al bodeguero que hemos recopilado para Vila Viniteca. Son ideas, pensamientos y reflexiones que seguramente muchos enoturistas han tenido durante alguna experiencia pero que en pocos casos se han atrevido a comentar con el responsable de la bodega o de la visita. Una de las peticiones básicas es que las catas de vino sean generosas con el vino y el aperitivo. Normalmente las catas llegan en la última parte de la visita, es habitual que sea casi la hora de comer, y después de un rato escuchando explicaciones técnicas sobre cómo se hace el vino. Así que los enoturistas llegamos a la sala de catas algo apurados y cuando te sirven una copa de cada vino, con la medida justa, y se llevan la botella, te invade una sensación de pena. Y si encima de la mesa, no hay nada más o unos simples palitos de pan, la trsiteza es aún mayor. Lo decimos porque nos hemos encontrado con catas que han sido brutales. Botellas de vino que se quedan en la mesa por si quieres repetir, grandes platos de pan con tomate y embutidos o tapas pensadas especialmente para cada tipo de vino. Sin duda, estas catas marcan la experiencia y hacen mejorar mucho el recuerdo de la visita. Otro puntos a superar es la relación de las bodegas con las nuevas tecnologías. Nada de enviar mails para pedir hora y día de visita. Hoy en día, estamos acostumbrados a respuestas inmediatas. Los enoturistas quisiéramos poder enviar un whatsapp a la bodega y que la respuesta nos llegara en cuestión de minutos, como ocurre con muchos otros servicios. Y si hablamos de los horarios de visitas tenemos la sensación de que no nos lo ponen fácil. Encontrar una bodega visitable un domingo por la mañana es una misión complicada pero hacerlo en domingo por la tarde es ya un imposible. Con mucho humor, hemos querido compartir con los enoturistas, las bodegas y todo el sector estos pensamientos que a menudo nos han asaltado durante alguna visita. De sábado por la mañana, claro.